Lissi

UN PUENTE…UNA LEYENDA Y…LA FUERZA DE LA NATURALEZA (relato 10 de \"UNA PLUMA VIAJERA\")

 

Los viajes anuales al interior del país constituían para la pluma viajera parte de su formación académica, eran prácticamente sus libros de geografía, historia y ciencias naturales.  Ella mantenía su cuaderno abierto para anotar nuevas palabras y eventos pintados con los colores que sus pupilas atentas observaban en cada uno de sus recorridos.  En sus viajes anteriores había aprendido sobre el color de la fe representado en el Cristo Negro, el de la belleza manifestada en su flor nacional y la fusión de muchos colores en su cultura ancestral asociando a las palabras, en este viaje conocería la fuerza.


En su Meregilda,  se dirigen al suroriente y llegan a un lugar al que sus habitantes llaman “el centro de las Américas” por su posición geográfica respecto al continente, su nombre es Santa Rosa.  Antiguamente fue habitado por el Señorío Xinca del cual quedan muy pocos vestigios.  El interés especial de la pluma viajera era conocer el histórico puente de Los Esclavos”, cuya construcción se inició en 1592 sobre el río del mismo nombre.  El nombre de ese puente nos lleva a concluir la esclavitud de la que fueron objeto los pobladores de hace varios siglos, aunque el objetivo era unir al reino de Cuzcatlán en el Salvador y a su país. 


Se cuentan varias leyendas alrededor de la construcción de dicho puente, una de ellas dice que la finalización del puente se retrasó y uno de los constructores hizo un pacto con el diablo y, gracias a esto, al día siguiente la obra amaneció terminada a cambio de su alma.  El hombre arrepentido no quiso entregarse y al discutir con el diablo, este enojado le lanzó una patada que el constructor logró esquivar y terminó dando en un arco del puente.  Cuentan que desde entonces a pesar de que se repare, todo arreglo del arco se cae una y otra vez.  Lo verdadero en todo esto, es que la construcción fue tan buena, ha resistido los embates de tormentas y huracanes…cerca de 500 años y el puente sigue allí, erguido… mostrando la fuerza de la gente que pegó una a una las piedras que lo sostienen. 


 

©Mirna Lissett