Ella es toda una singular dama,
el tiempo de una perfecta canción,
y jugando a la seducción en la cama,
me entrega en bandeja su pasión.
Unos ojos completamente preciosos,
sus labios un tanto dulces y carnosos,
pero yo no puedo disipar mi inquietud,
acordandome de que ella no es tu.
Le llena tanto de placer complacerme,
que a veces trato de no pensar en ti,
pero por más que intento a ella coserme,
sigues solo tu metida aqui dentro de mi.
No puedo cerrar mis ojos cuando la beso,
no me atrevo someterme a tal entrega,
y en muchas ocasiones besandola rezo
porque tu nombre a mis boca no venga.
Se me hace tan difícil cuando ella
sintiendose tan mujer satisfecha,
entierra sus uñas en mi espalda
susurrandome al oído mi nombre,
y mientras ella envuelta se calda,
yo intento complacerla como hombre,
deseando encontrarme en tu mirada.
Ella tal vez es lo que se pudiera desear,
la mujer perfecta en toda su amplitud,
pero no sé como puedo dejar de pensar,
que aunque no quiera, ella no es tu.
Derechos Reservados de Hector Lespier