Raul Gonzaga

Esclavo del deseo

Sintiendo la sangre entre las venas
Ardientes como brasas de fuego.
Contemplo pasar a una muchacha
Siento la necesidad de un beso;

 

La selva es cual fiebre que calcina
El clima, una hoguera entre mi cuerpo,
Camino en pos de aquella piel tibia
Que logre colmar mi loco anhelo;

 

Me ciega una obsesión desmedida,

Un sudor, una ansiedad; tropiezo

Y al caer, ruido; huye la muchacha

Y vuelvo a pensar en mi silencio;

 

El hombre es un bruto todavía,

Esclavo de vanos sentimientos;

Su razón la obstruyen, como nubes,

Sus fieros e instintivos deseos...