Ávila ,30 de Noviembre de 2009
VEGA
¡Amiga! mujer de deseo inhóspito,
codicio, ungir mi índice en lo digno
en el enclave de sueños magníficos
que despertaron el señuelo infinito,
de la caricia, del deslumbramiento
que ha provocado ese sentimiento
y a consternado lo oriundo,
en el apetito más profundo
de un deseo distante y ludo
que enloquece en murmullos.
Y que importa si te ambiciono
que importa si me vuelvo loco,
si mi pulgar a rozado el perpetuo
signo del aprecio del ingenuo
estando en el estado de empatía,
de besos que quiero todos los días…
¡Que a gusto he estado María!
Wicttor