En el monte de Venus de tu tierra
Inculta, subyugante
En el húmedo surco que no cierra
En trance delirante
Sembré la simiente que se tornó
En lirio sumergida
Y gocé de la luz que desprendió
Para colmar mi vida
Del delicioso encanto de las flores,
Y el murmullo del río.
Y de tu cuerpo trémulo robé olores
Para aromar el mío.