No te empeñes
En trepar en la noche,
Por las enredaderas
De mis sombras,
La escritura es como un clavo,
Que me fija a la silla
y me mueve las manos.
Ella late, y respira, y siente frío,
Y se abriga de letras y silencios.
Hay una mujer en el poema,
Una mujer que no teme,
Porque sabe que lo inmortal
Son las palabras…
La escritura es Como un clavo,
Que me fija a la silla
Y me mueve las manos…
Hay un aire en el poema,
Un aire que viene
Recogiendo los versos,
Que a ti te han hecho…
Por eso amor mío,
Miénteme, y dime
Que no está escrito
Aquello que nos pasa…
Aquello que sentimos…
Aquello que todavía no se ha dicho.
Julio Casati