Buenas noches, mamita.
¿qué es lo que estás haciendo?
¡Una sopita, qué buen aromita!
No se ve muy especita,
también, con el precio
que tienen las verduritas,
es casi toda agüita.
Ah, vidita, vidita...
Estamos llevando una situación algo maldita.
Nuestra presidentita
capaz nos ha de dar una manita.
Digo yo, en una de esas está en buenita,
y con el transcurrir del tiempo
tengamos que decir que es una bendita.
Es que hoy para vivir
hay que tener mucha guita.
Alcánzame una servilletita
para secarme mi manita, vidita.
¡qué linda se ve la ollita!.
Está repleta de agüita.
En nuestra quintita
lo único que tenemos sembrado es lechuguita.
Podríamos comenzar nuestra cenita
haciendo una entradita
con un par de papas fritas
y unas aceitunitas.
¿Viene a cenar con nosotros tu viejita?
Buena sorpresa se va a llevar
cuando le ofrezcamos esta cenita
tan pero tan mezquinita.
¿No te parece, mamita?
Son diarios sucesos
que acontecen en esta Argentinita,
que está tan triste la pobrecita.
¡oia!, se me cayo la servilletita...
mira, se la está comiendo la perrita...
pobrecita, ella tambuén quiere
tener llenita su pancita...
de comidita...
Déjame probar la sopita,
está linda, y bien calentita, viejita...
Faltaría ahora que nos visite nuestra vecinita,
y nos venga a arruinar la cenita,
no puede ser tan maldita,
digo, tan inoportunista...
Derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocantro -22/09/2013)