Daría la vida por esa mirada cautivadora,
porque cada palabra que digas fuera para mí,
por besar esa boca que me derrite sin tocarla,
para tocarte con ojos de amor y no de algo menos,
para sentirte siempre en mí.
Que me hables con amor te pido,
que tú me ames tanto como yo te amo,
ciegamente y sin razón alguna...