Dame, niña, de amor una chispita
Aunque muy poca sea
Para mi débil corazón que grita
Por ti y roca se crea.
Dame, niña, una chispita de luz
De la que tu belleza
Brilla, para que el peso de mi cruz
No eleve la torpeza
De mis pasos errabundos y lentos
Hacia incierto destino
E ignotos y amigables firmamentos.
¡Alúmbrame el camino!