Ámame despacio que la envidia duerme
Ámame despacio que la envidia duerme
Ámame en silencio
y levantemos el vuelo,
de los amaneceres,
Ámame ardientemente,
que la gente duerme
y haz que se anime el silencio,
en la alcoba.
Ámame despacio,
con la ternura
de la nieve cuando cae.
Ámame y luego calla,
que los escollos,
marchitan los quereres.
Ven y ámame de nuevo,
hasta que claree,
despacio, callada,
que la envidia duerme.