marco augusto

Ámame despacio que la envidia duerme

Ámame  despacio que la envidia duerme

 

 

 

Ámame despacio que la envidia duerme

 

Ámame en silencio

y levantemos el vuelo,

de los amaneceres,

 

Ámame ardientemente,

que la gente duerme

y haz que se anime el silencio,

en la alcoba.

 

Ámame despacio,

con la ternura

de la nieve cuando cae.

 

Ámame y luego calla,

que los escollos,

marchitan los quereres.

 

Ven y ámame de nuevo,

hasta que claree,

despacio, callada,

que la envidia duerme.