Que tranquila es la noche al tenerte,
al saber que me amas, que me extrañas, que en mi piensas,
la misma noche nos acerca
al compartir el mismo sentir y la misma meta.
Me arrulla tu vos a la distancia, me llamas…
silenciosa y discreta te dejas escuchar,
mi mente te busca en lo vivido,
mis ojos comienzan a cerrar.
Suave y despejado se acerca el sueño,
con su incienso sedante que huele a ti,
y llena mi vida de ensueños
y lunático frenesí,
de buscarte en mí.
Entonces tropiezo con tus ojos aún grabados en los míos,
y siento tu aroma recorrer mi cuerpo,
tus labios chocan intranquilos,
tu cabello se acuesta en mi pecho.
Yo no sé si ya estoy dormido o estoy soñando despierto.