Ahora, amor, que ya no estás, y que ya te has ido
llevándote en tus húmedas manos
envuelto en una manta el verano
y dejándome con solo el frío compungido.
El amor te es como un extraño, un desconocido.
Versos, besos, ruegos, todos vanos;
mi amor cada vez menos humano
y vos, ahí, siendo como si nunca hayás sido.
No soy una suave voz que a vivir te empuja,
ni una azul luz en tus ojos; ni el que dibuja
tu sonrisa de divino vino, ese encanto.
Podés saber que hasta estar cubierto de lodo
para este nada vos seguís siendo todo;
este extraño es un loco que te extraña tanto.
-LFLezama