Quiero ser el viento que rosa tus mejillas
dejando al pasado inerte
olvidando poco a poco las tertulias
que me llevaron a conocerte.
Sentirse enamorado de tu sonrisa
mientras la cálida brisa
de tus palabras decomisa
todo recuerdo de amores furtivos.
Soñando con tus ojos de asesina
cuando a mi alma cautiva
capturo una carisia
de tu delicada mano, que me adentró a la fortuna.