La niña Elena
tiene una pena
con dolor agudo,
pero tiene un búho
que la consuela.
Elena de sufrir
no puede dormir
y a su búho busca,
y él la acaurruca
y la hace feliz.
En noches lunadas
bien iluminadas
El Búho y Elena
contemplan la escena
en noche callada.
Y la bella luna
que arriba fulgura
le brinda sus rayos
para verlos abrazados
con mucha ternura.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Maracaibo - Venezuela