Tal vez no sea necesario para ti
tener en cuenta mi pedido.
Cada ser piensa en él, en su entorno,
su familia, y se comporta indiferentemente
a los demás, a veces...
Qué atrevido soy, expresar esto...
no quiero ofenderte,
sólo te estoy pidiendo.
¡qué ha de llevarme a hacer este pedido!...
No lo sé exactamente.
Lo siento así, y así lo plasmo.
Por algo debe ser...
¿por qué será?, tú que me lees,
no tengo la menor intención
de entristecerte.
Tal vez solamente leas,
y sigas con tus preocupaciones,
con tu trabajo, con tu familia.
Te pasaría exactamente
lo que a mí me pasa.
Lo veo justo, completamente normal.
Mi pedido no es una anormalidad,
es sólo un sentimiento,
una necesidad, que tal vez sí puedas comprender,
o no. Depende de la dimensión de sentimientos
que puedas tener hacia mí.
Yo, un habitante más de este espacio,
de letras, de sentimientos, de expresiones,
de tristezas, de emociones, de alegrías,
de afinidades, de profundas comprensiones,
de totales indiferencias...
Avanzan los meses y los años...
avanzan los sentimientos de cobijarse
bajo el calor humano de las gentes...
Avanza el tiempo...
¡cuán rápido pasa!...
Sin darnos cuenta, tenemos decenas de años encima...
a mí me pasa, lo mismo que a ti...
no quiero mendigar, sólo pido...
¿Y si el destino me exigiese mendigar?
Cerraría los ojos, extendería mis manos,
en señal de mendicidad, no me importaría hacerlo,
ni me avergonzaría...
no me abandones, te pido...
tampoco te abandonaría a ti, si me necesitas...
me han enseñado a brindar una mano al necesitado...
yo te necesito...
¿Te quedarías conmigo, o me abandonarías?
Piensa que no te tendría junto a mí,
que me sentiría desprotegido,
desamparado, sólo, completamente en soledad...
¿es ella buena compañía?
para algunos sí...
para otros no...
Me he sentido feliz en mi soledad,
pero mucho mejor es estar
junto a ti.
La unión hace la fuerza de los humanos.
Tú eres un ser humano, también yo.
Y muchas veces no estamos unidos
como debiésemos estar.
Todo es cuestión de sentimientos.
Éstos no hay que forzarlos a que existan.
Simplemente hay que sentir sentimientos.
Sí, sí, soy de este planeta...
no soy un marciano,
¿cómo han de ser éstos?...
No los conozco, ni nunca los he visto.
Dicen que viven en una nave espacial.
¿existirá en ella la bondad,
o la maldad?
No lo sé. Nunca he estado en una nave espacial.
Algunos han estado, y han llegado
hasta la luna, dicen.
¿será mejor vivir en la luna
que en la tierra?
Tendría que comprobarlo.
Pero, te repito,
quédate aquí, no me abandones...
mi pedido es simple.
He sentido decirte esto,
y acabas de leerlo.
Ten el más bello día
de toda tu vida,
es mi sincero deseo,
hasta nuestro próximo encuentro,
poetisa/poeta.