Como fiel testigo de la vida
Camina incansable a mi costado
El tiempo y su paso degastado
Hacen feliz la madrugada
Nunca pregunta sobre el rumbo
Solo alza tu mirada desgastada
Con paso firme, constante y silencioso
El tiempo marca en mi piel lo caminado
Como un sutil tic tac en mis oídos
Cual reloj en cada campanada
Haces reír el rostro a carcajadas
Y llorar el alma desconsolada
Te conozco desde siempre
Pero nunca tu gracia yo preguntaba
Mientras más adentramos en la vida
Más cerca Están esta última morada
Quien con paciencia sabia y silenciosa
Aguarda nuestra pronta arribada
Verdugo sonriente de la vida
Heces a veces feliz mi jornada
Otras muchas pesadas madrugadas
El día esperado ya con ansias
Haces que el cuerpo y el alma ya descansen
Sin conocer nunca yo tu rostro
Fuiste el compañero de miles y miles de jornadas
Hoy solo eres parte del recuerdo
Y dueño para siempre de la madrugada