Te extraño a la luz del día,
abstraído en tu órbita de sonrisas,
agraciada es tu esencia movida
a impulsos del calor que impregna.
Escuchemos un canto dentro del alma,
y una fragmento de melancolía enamorada,
las palabras sueltas como el brillo del rayo
que me conforta del frio que es no tenerte aquí a mi lado.
Canten gorriones, canten canarios,
que hoy la extraño y necesito de ella,
canta mundo que la noche es bella,
canta día que la noche llega.
Suenen nubes su copla hecha
de agua y vapor que emana de la tierra,
seamos cubiertos de la suerte impresa,
de la vida que canta cuando ella se aleja,
que canta para recordarle al cielo que te amo,
que te extraño en cada palabra que se va formando,
a intervalos de tiempo encapsulado,
de decrépitos recuerdos que aún van andando.
Canta mundo que el canto es ella,
y como todos canta yo me iré cantando
pensando en volver a verla.