Hoy te digo: “lo que quieras,
cuando quieras,
como quieras”,
sin recelos ni pretextos.
Más aún,
¡Ya sin cadenas!
Hoy mis miedos
ya no existen.
¡Son pasado, son olvido!
¡Son lejano tiempo triste!
Y es que el miedo, compañero
de mis días tan medidos,
de mis planes tan pensados,
y de esquemas, fiel amigo,
hoy sucumbe a la confianza,
a la certeza de tu abrigo,
a tus brazos, recios ¡fuertes!
que me envuelven
mientras vivo.
Y es que… ¡te amo!
¿Cuánto te amo?
¡Es que apenas lo imagino!
¿Qué me importa ya mi suerte?
¿O sufrir en el camino?
¡No hay tragedias ni destino!
Solo existe una certeza:
¡Soy amada! ¡Soy amada
con amor hasta la muerte!
¡Hoy confío! ¡Me abandono
entre tus brazos!
¡Me refugio en tus latidos!
Me estremezco, tomo fuerzas
y me atrevo así a decirte:
¡Lo que quieras! ¡Voy contigo!