Tenía sueños enredados en su mente
Deseó volar tan alto para sentir con intensidad el viento soplar
Cerrando sus ojos respiró profundo y de sus brazos salieron alas
Se lanzó al abismo y recorrió la inmensidad de la tierra
Fue a donde quiso, vio amaneceres, atardeceres y anocheceres
Vio el mar golpear las rocas, vio la vida luchar por seguir
Vio la noche estrellada y la luna brillar con poder hipnótico
Viajó al desierto y se impacto de tanta arena que por el viento formaba figuras
Viajó al mar y bailó con las olas por horas
Después recorrió la selva y en la noche sintió temor, se percibió pequeña e indefensa pero la respetó, la admiró y de ella se despidió
Luego subió muy alto, tan alto que llegó al nevado; se abrigó y a Dios agradeció
Vio tanta hermosura, respiró tantos olores, sintió tanta vida; pero todo terminó
Como el día se hace noche... ella durmió.