A ti mujer lejana,
lejana de mi vida. Lejana del amor.
A ti que eres linda, como el atardecer.
Bella, como la mañana.
A veces, me descubro preguntándote cosas,
Duermes…
No es tarde…verdad...
Si te llamo ahora, responderás…
Y Te digo que te quiero, y repito y repito, que eres bella, bella, y dulce como tu voz.
Tu dulce voz, oh, bendita dulce voz.
Y que cada una de tus palabras, grabadas están en mi corazón.
A ti mujer ausente.
A ti que sabes dónde buscarme.
A ti mujer de mis sueños… a quien un día ofrecí un rancho grande…
un rancho grande, para nuestro amor… y sus frutos.
por: matteo 24/09/2013