Sobre tu mar de terciopelo
despliego el canto de mis olas,
monto las crestas de tu cielo
y atravieso tu sombra…
Son tus cristales mi fuente
plena de magia y ternura…
Versátil tañido silente;
sinergia que me procura…
Con un suspiro
deshojo de mis labios
mil colores
y ligero alcanzo
el prístino imperio de tu roce…
La melodía de tus ojos
se traga mi silencio…
Y las sábanas del viento
acrisolan mi sonrojo…
Irresistible se torna
ay, amor,
tu lengua alada,
que por probarme toma la forma
de la mía que te reclama…
Fulgura la pausa
en un verso que suicida
se destraba…
No halla palabra,
que socorra esta pasión desenfrenada…