A mi nieto Miguel Ángel
Ayer emergió por mi ventana
un nuevo querer,
adornado de azules estrellas,
una de ella la más luminosa
llegada de Belén.
El amor estalló en el nuevo amanecer,
un pájaro canto en su nido,
la mañana se vistió de gracia
para verte nacer.
Mis ojos inquietos te buscan,
mis manos lo están también,
mi corazón galopa
cual corcel enamorado,
pues nació un niño hermoso
heredad de mi querer.
Con los pétalos de una rosa,
un pañal confeccionaré,
con el trinar de las aves
una nueva canción de amor
y de mis manos de abuelo
un poema de papa
también para mama.
Cuidaré de tus pasos,
uno a uno contaré,
te llevaré despacio
hasta verte correr,
la luna contenta te seguirá,
el sol que te ama también,
y este abuelo con sus manos
en un biberón de oro,
pondrá leche y miel
y te dará de comer
con los versos embelesados
de mi cansada piel.
Niño con sangre mía,
niño eres un rey,
las orquídeas te sonríen
el gavilán llanero también
y el joropo está de fiesta
y por mi patria,
se escucha un canto,
copla de amor y de fe.