silencio_vacio

LIBERTAD SIN SALIDA...

 

 

Cuantas veces te vi, allá, tras la maraña,

más así, sin tocarte, calmaste sueños,

te sentí tan cerca… y en labios ajenos

que hasta usaron de ti por sus engaños.

 

Cuantas veces creí alcanzarte…

más volátil,

casi cerca y luego lejos,

me jugabas a evadirte.

 

Más siempre estuviste en mí,

en mis manos buscando su piel,

en mis ojos buscando sus ojos,

en mis labios que dolidos callaban

lo que decían mis versos, y ahora,

esparcidos quedan ante el muro

que separa la vida de los sueños.

 

Ahora… ¿de qué me sirves libertad?

¡si ya no hay puerta!

donde el destino las pone,

el tiempo borra de vuelta

y de penitencia impone…

el contar las horas muertas.

 

Juan Pedro Peña Rodríguez