A pesar de mi mal lenguaje y estos nervios inquilinos
repaso tu rostro alegre entre tantos susodichos.
Me perdería en una selva a cambio de nada
por saber al menos si estas triste o con ganas.
No entiendo estos complejos efímeros.
Jugando a veces con la noche descalza
ensucia en mis manos la nada.
Estos, aquellos, tú misteriosa aurora.
Miro por las calles las historias de la vida.
Te miro y no me miras, sufro sin tregua
en una guerra incapacitada.
Nos falta el corazón, arde valentía.
A cambio de nada por ti mueren las promesas
se hieren los olivos, se rompen los sueños
en millones de crepusculos románticos.
A cambio de nada caminas conmigo