Dichosas las flores de tu cabello, La fresca brisa, que tu piel caricia. Dichosos los poemas de mi envidia, Deseando en ellos, todos tus besos. Celos siento en la noche, de su Luna, Por beber del ombligo de tus sueños Como un río, navegándote el cuerpo, Por la secreta ruta de mis caricias. Ansias siento, de tu boca florida Del constante incendio que en él, se esconde Del lugar más hermosos de la vida. Ansias, para nunca dejar de amarte Aunque todo mi amor aquí disponga De breves estrofas para contarte.