Aquel triste día decidí matar
a algunos viejos conocidos.
Así que deje de jugar a la ruleta rusa,
tomé seis balas y frente al espejo,
comencé a disparar.
Con el primer disparo
mate al niño que esperaba,
que al final del día todo saldría bien.
La esperanza murió con el.
Con el segundo disparo
trate de matar al idiota que lloraba
por todo y nada,
sólo que el idiota sobrevivió,
pero dejó al fin de llorar.
Con el tercer disparo
sólo alcance a despertar al soñador
lo traje de vuelta a la realidad.
Aún me odia por eso.
Con la cuarta bala
mate al tiempo,
el pasado,
los recuerdos que no me permiten ser feliz,
salvó desde la perspectiva del ayer.
Fue una herida muy dolorosa.
Con el quinto disparo
mate al amor platónico.
Junto con el murió la nostalgia y la tristeza.
El pecho quedó vacío pero dejó al fin,
un espacio que podrá ser llenado,
con algo nuevo.
Con el último disparo
mate al que debía morir ya
hace tiempo
para dejarle todo a alguien,
que quería vivir algo nuevo.
Con el último.disparó
murió
el viejo yo.