No sé porque no puedo hablar de ti sin perderme...
Sin ahuyentar a la muerte y llamar a sus muertos..
Es de día y la noche sabe que no te tengo...
Noche de huesos para cubrir a la luna
Noche de tus ojos para mentir a mi alma
que estás aquí
Y no, no puedo tocarte sin presagiarme en el sueño
Caer en el abismo de otra vida
que también, como todo lo bueno
ha muerto, se ha muerto.
Debería hacer de ti, algo sagrado
para venerarte, adorarte como se
pide a la lluvia, un poco de su cielo
se extraña a la lluvia
de un mar de silencios,
ahogando a la realidad de su recuerdo.
Qué felices éramos
Mis lágrimas son dos besos
que en tu boca, nacieron.
Estás aquí conmigo
en la silleta que cobijaba
a un perro dormido
herido de amor, herido
Tenía una casa,
quiénes jugaban en el patio
sembrando delirios
escuchando al tiempo
ser solo el testigo
de una fe sin pausas
/para no creer/
que en el entierro
se muere el amor
y se queda sin sitio.
Se puede morir de amor
-alquimia del vacío-