Dale el tiempo
a las aguas del mar de tus ojos
para ver como corrompe
los brazos de Helade
El tiempo azota
como un mar enfurecido
la sonrisa de mi rostro,
aquella que ante el sol había nacido
¿Es que debo suplicar un beso
que calme esta alma,
que me devuelva el aire
de ti, mi ángel nocturno?
Cada segundo va a dar
a una cascada eterna
que la nicotina y la muerte
me ayudan a sopesar
Viajo al fondo del universo
escapando de mi misma
y me encuentro nuevamente
con tu aroma alimentando mis sentidos
Apareces,
desde el silencio de tus gritos
pidiéndole a la lejanía
abrazos románticos sabor rojo intenso
Idea de estos sentidos,
cambiaria una de las vidas
por bañarme en destellos,
por fin en tu mirada verde perdida
Calla… calla al mismo silencio,
sobre la rosa tierna despertada
hay una mañana húmeda
deseosa del nacimiento del nuevo sol
Mil veces lee estas palabras
para que mil minutos no me duelan
por las mil veces que me has dicho te amo
y que el tiempo malgastó y dejó atrás en el olvido.