Corazón mío, te pido que vuelvas a latir,
eres libre de albergar cualquier sentimiento,
si digo que no me preocupas, tan solo miento,
pues preciso repararte para continuar con mi vivir.
Corazón mío, vence al infame pensamiento,
derrota a la cabeza, a mis fantasmas y a mis miedos,
necesito de tu presencia en mi vida, en cada momento
déjate llevar y corre libre como el agua por mis dedos.
Corazón mío, ya no me dejes tenerte en cautiverio,
rompe tu reja y guía de hoy en adelante mi existencia,
aceptaré por haberte tenido preso cualquier penitencia,
pero por favor sal ya de mi propio cementerio.
Corazón mío, estaremos bien si liberas la tristeza,
sacaremos el dolor, lo contemplaremos y viviremos,
para después dejarlo ir, hasta extinguirse con naturaleza,
tan solo ya no lo guardes más o nos pudriremos.
Corazón mío, saca la rabia que tienes guardada,
libera en un grito la furia que te carcome y te limita,
que salgan por la boca los reclamos en bandada,
y así poder albergar a la esperanza y el amor en tu ermita.
FRANCY ABIGAIL
30/Marzo/2009