Tengo deseos de sentir
Tu cuerpo pegado al mío
Y que su calor bravío,
Estremezca mi existir
Y me haga amarte más,
Entregándome a ti amor,
Con más pasión y candor
Y no alejarme jamás.
Pues cada día que pasa
siento que de mí te alejas
y ya mis alas son viejas
para volar a tu casa
y entrarte por la ventana
para posarme en tu lecho
y acariciando tu pecho
despertarte en la mañana,
diciéndote: - soy dichosa;
y me siento muy feliz,
porque contigo aprendí
a sentirme mariposa,
que vuela alegre y ligera
sin nadie que la retenga;
así yo quiero que venga
tu presencia hasta mi vera.
Para encender esa hoguera
Que nos hace estremecer
Y que en cada amanecer
Nuestra entrega sea sincera.
Vero
18.08.13