TE DIJE QUE NO ERA PERFECTO
Llegar a un enemigo a amar
es bastante difícil de concretar.
Más, lo puedo llegar, yo, a aceptar,
quizás, a entender, también, sin dudar,
e, incluso -lo puedo asegurar-, a perdonar...
pero siempre sostuve que no soy alguien perfecto;
soy apenas un pobre hombre que está aprendiendo,
que vino, desde lejos, a la Tierra en un viaje directo
y a la que, con esfuerzo, apenas voy conociendo.
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Si tú pudieras ver los errores ajenos
pero los tuyos se te pasan disimulados,
es casi seguro, y por lo cual, yo me apeno,
que te falta crecer, que no has progresado.
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Las normas escritas en este antiguo mundo
son normas, apenas, de todos los hombres,
que los hay puros y también hay inmundos;
hay cultos y los que se creen prohombres.
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Y mientras sobrevuela la ignorancia
sin que existiera la inteligencia,
nos molesta la inoperancia,
con una odiosa intransigencia.
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No harían falta tantas normas,
si obráramos con buenas intenciones,
más, si no existen o se pierden las formas,
nos hieren y corroen nuestras malignas pasiones.
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Estas patéticas conciencias, ya enfermas,
justifican el \"debe ser así como está hecho\"
por eso, uno será santo mientras se duerma,
más, despierto, provocará múltiples despechos.
***
A pesar de no haber podido encontrar
el secreto de un hombre malintencionado,
así y todo, estoy bien dispuesto a aceptar,
que lo más importante es ser bien amado.
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Por eso, a todo estimado poeta formal,
de métricas y normas, que sea fiel amante,
acordaría con él, en forma más que especial,
que el abrazo fraterno... ¡es lo más importante!
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Eduardo Faucheux
27-09-2013