Alguien juntó aquellas lágrimas
Que dejaron caer los ángeles
En el camposanto de la ánimas
De los verdes claveles.
Donde se juro el amor por el prójimo
Pactos de sangre al viento
Conjuros que echaron atrás los ánimos
De un cariño fuerte y violento.
Se escribe un centenar de peticiones
Azucenas, llanos envueltos en llama
Orgullo de aquel haragán y sus adicciones
Que dejo su vida en la cama.
Aquel judas que ha traicionado
Aquel perverso ilusionado
Que dejo caer las llaves del cielo
Al rincón del olvido, al frio del suelo.
No conocerá penitencia
Ni hablara jamás de la desgracia
Ya que nada le ha importado
En aquel proverbio que dejo olvidado.
UN AMICO