(Managua, 27 de septiembre 2013)
¡Cómo sufre mi corazón por tu amor perdido!
Las horas pasan lenta y pesadamente
y mi alma enjuta te clama.
Se confunden mis manos
buscando el contacto de tu cuerpo
y se pierden en el vacío.
Rozan la almohada,
buscando tu cabellera y
aspiro el perfume que nunca dejaste en ella.
Casi siento tu piel contra la mía y el aliento de tu boca.
Más bien soy un gran necesitado de tus besos,
tus abrazos, tus \"te quiero, mi tierno amor secreto\"
susurrado en mi oído y esa mirada tuya atravesando la mía.
Eres todo lo que necesito.
Eres lo que más deseo con todos mis sentidos.
Eres mi maravilloso amor.
Lo irónico que las más veces no pienso en ti.
Ni siquiera te recuerdo.
Es a ratos, trozos de tiempo
que se incrustan en mi cerebro
y te recuerdo.
Vuelve a surgir ese sentimiento adolescente
que me hacía volar hacia ti, pero...tú no existes.