Camino de ida con mis manos levantadas,
Invento unos pasos y tropiezo,
Me levantan por la espalda y avanzo,
Como aquellas estatuas veneradas.
Despierto, lloro y me alimento,
Despierto, lloro y duermo,
Como una hoja mecida en el viento
Como semilla tendida en el desierto,
aguardando ser tomada de las manos,
Para comenzar a germinar algunos pasos.
Corro, me caigo y sigo,
Asido a sus piernas crezco,
Miro hacia arriba y sonrío,
Mientras baja y me adorna un beso.
Avanzamos juntos, abrazados,
Como dos árboles que se sujetan,
Yo por un lado, él por el otro,
Mientras nuestras voces platican
De aquellas cosas que no se olvidaron.
Camino con mi brazo adherido a su cuerpo,
Avanzo junto a él firme y fuerte,
si tropieza le sujeto,
Y si se cansa le aliento,
En su viaje de ida de padre,
En mi viaje de vuelta como hijo.
Bugues