Aquí estamos y vamos dejando rastros
fantasmas del tiempo y del espacio
materia deleznable, bípedos.
Angustia transeúnte, hemisféricos
amasijos de sangre, apocalípticos,
uncidos, desconocidos, pálidos.
Arrastramos sombras y sueños: catastróficos
Y todavía amamos las cadenas, los pórticos
envidiando a los seres simples, pérfidos
nosotros, inútiles: amamos el plástico
hacemos islitas en mares salobres, tiranos.
Nos llega la noche y en la balanza giramos
entre el odio, la desidia: estentóreos.
Amamos las auroras, las ruinas; sórdidos
nosotros, los que arrojamos al mar
los últimos gritos de esperanza,
cual botellas al mar al infinito: prácticos.