ARRANCAME EL CORAZÓN.
¡Toma!
Te ofrezco mi cuerpo desnudo.
Aquí está mi pecho y mi corazón,
Toma esta daga,
Para que lo saques de mi pecho,
y le preguntes…
Cuanto te amo, cuanto te deseo,
Cuantas ganas de amarte, de tenerte,
De abrazarte, de besarte, de comerme tu boca.
Mi corazón te dirá que vivo por ti, y para ti.
Que eres el aire que respiro,
El sol de mis días, la luz de mis noches.
Mi despertad, mi lluvia y mi frio.
Toma mi boca,
Ciérrala con tus labios,
Si no quieres que grite tu nombre
Como un dementé por plazas y calles.
Toma mi vida,
Destrúyela más de lo que
Ya la has destruido,
Siégala,
Pues ya nada importa,
Sin ti para qué la quiero.
Sin ti no quiero vida, ni sol, ni luz,
Ni luna, ni estrellas, ni luceros.
Solo quiero morir lentamente,
Para que tú sigas disfrutando
De mi agonía y mi dolor.
Hubo un tiempo en el que tuve
Fe, y esperanza de que cambiaras
Pero no fue así.
Pero tampoco te culpo,
Entiendo, que es imposible
Amar cuando no se ama.
Cuando no, se siente ese cosquilleo
En el ombligo, es que no hay amor.
Ya… ya, nada importa amor mío.
Quiero suicidarme en tu boca,
En tus besos, en tu cuerpo,
En tus pechos, que sean ellos los
Que se claven en mi pecho.
Quiero que sean tus brazos los que me
Sirvan de prisión en mi cadena perpetua.
Autor Joaquín Méndez G.
Reservados todos los derechos.
27/09/2013 13:06:20