Cavando en su alma
hallé un tesoro
sin decirme nada
me lo dijo todo.
Cavando en su alma
encontré una mina
donde tiene y guarda
lo que no imaginan.
Cavando en su alma
encontré lo grande
su luz se propaga
y su amor se expande.
Cavando en su alma
penetré en su mundo
y vi que lo rudo
al final se ablanda.
Por eso cavando
voy cada día
y voy encontrando
sus alegrías.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Derechos de Propiedad Intelectual Reservados
Bajo el Número 1309075728062