Ayer mate a mi hermano,
Con la espada más enorme,
Entre una palabra deforme,
Con significado inhumano.
Lo mate mirándole los ojos,
Con la saliva temblando,
Sus ojos llorando,
Vomitando mis enojos.
Anteayer asesine a mi mujer
Con el más potente revolver,
Se la puse en su sien,
En la espera de sentirme bien.
Le di de palabras balazos,
Directo a su hipotálamo,
Queriendo ahogarla entre mis brazos,
Me rendí y le dije que le amo.
Hoy frente a mi esta mi madre,
Haciendo collares de palabras,
Mi boca atiborrada de ideas bravas.
¡huye de mi¡
antes que saque mi lengua espada.