Entre dos mares
brillaba tu mirada:
ojos lucero.
Oscuridad,
como lucerna herida,
resplandecías.
Cortina fina,
de sedosa neblina,
en tu mirada.
Clara alborada
levantaba la bruma
de tus pupilas.
Entre dos ojos,
miradas disipadas
en la nostalgia.
27 de septiembre de 2013
Pau Fleta