Espero que me digas todo
lo que sientes, pues
ya no aguanto este
augurio del no tenerte.
Estamos solos ahí sentados conversando
de la vida de un esclavo,
que hace todo por esa chica
que no le da ni un centavo.
Piensas que soy tonto ya lo sé,
pues hablamos de su vida y de la mía,
ella la ovejera y parte de su rebaño.
No hablemos mas de mi, que no quiero más sufrir…
hablemos que haremos cuando ella termine
para mí, no deseó ser su ángel,
pero aun su contrincante.