HERMINSON YULE RIASCOS

TRAS LA PUERTA

Nadie ha visto como recorremos el día,

cómo inventamos otro mundo apartir

de la jauría que siempre ha querido

devorarnos, y vamos entrelazando manos

y en suaves besos nos decimos la falta

que hace no poder ser ese sol

y salir para todos.

En ese aparente frío habita una inextinguible

bujía que ha padecido de lluvia y tiempo,

pero altiva continúa con su lumbre

disipando la falsa bruma que nos ha querido

 asolar pero que jamás podrá, por que no se

 puede detaner una mirada con palabras.

Algunos escucharon cosas que otros supusieron

pero nadie vió jamás mi boca en pro de la tuya,

ni cómo se soldaban en una incesante exploración

que pareacía derribar la impotencia de sabernos

 marginados por un hado inconsciente y loco

que dejó que se hiciera trizas el mundo.

Ninguno jamás decir podrá lo que ocurrió

 detrás de la puerta, por que nació para morar

en nuestra historia sin espectantes que macularan

sin piedad tu vida o engrandecieran la mía

con la música de oír pronunciar estas maravillas 

que sólo conocemos entre pétalos y rocío.

Por eso mujer, tu que navegas entre brumas

y te detienes para ir rumbo a la alegría cuando

ves mi faro, nunca dejes que las luces que poblan

el alma, pierdan su brillo, ni que dé vuelta

en la esquina tu sonrisa porque definitivamente

habrá nacido el gentío y para mí

no existirá nada.