Huele a primavera el aroma que entra en la ventana y la alegría del canto de las aves llenan cada recoveco de la vida sin quererlo. Son esos seres halados que adornan nuestro existir y poco valoramos. Se abre ante mi un camino verde y frondoso, camino que nunca creí estaba tras esa mirada que nada buscaba, pero a pesar de todo estaba atenta, porque eso es parte de la vida, estar atentos, porque cada minuto es único he irrepetible, Las notas musicales del corazón a veces se pierden, pero nunca son en vano...pues siempre alguien recoge lo que sembramos, aunque lo haga en silencio. Hoy siento que nada fue en vano, porque debía llegar hasta aquí, para valorar todo lo que encontré...es la ley, es el destino, es la vida. Es tan efímero todo cuando queremos retenerlo ,se nos escapa como remolino que nos deja sin ninguna pertenencia, pues arraso con todo, solo nos queda lo que el corazón guarda, da y recibe. Huele a primavera el aroma que entra en mi ventana y sonríe mi existir, mi Ser, ante este hoy que por coincidir nos unió. Bendita coincidencia.
Teresa Suàrez.