Tic… Se disuelve el atardecer
entre nubes de papel.
El café, ya frio, queda al descarte existencial,
y yo, me siento café.
Frio y descarte, amargo, olvidado en mi penumbra.
Tac… se apaga el fuego,
y es hora de dormir.
Triste invierno que mato calandrias,
triste espanto, dulce remedio.
Tic… me preparo cerrando fuertes los ojos,
última luz, destello del recuerdo.
Y todo se apaga, todo de nuevo,
y vuelvo a vivir, en mi ciudad, en otro tiempo.
Tac… adiós.
...
Lemos Maximiliano Daniel.
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