Diaz Valero Alejandro José

Mordí…

Mordí los manantiales

de tus ansiosas miradas;

que en lluvias invernales

copiosa desparramabas.

 

Mordí los gritos de los grillos

que al insomnio alimentaban,

y fueron tantos mordiscos

que la noche, se quedó callada.

 

Mordí las fugaces horas

en que la mente se apaga

y mastiqué melodías sonoras

que la gente no escuchaba.

 

Sentí chasquear mis dientes

de tantos mordiscos

y el verso se hizo presente

en el momento preciso.


Autor: Alejandro J. Díaz Valero

Derechos de Propiedad Intelectual Reservados

Bajo el Número 131009229735  

Maracaibo -  Venezuela