En éxtasis quede
tan solo con ver sus ojos,
con el aroma de su piel
impregnado en mi ser.
Fue la magia que me sedujo
sus labios me cautivaron
y en el silencio de sus amor
al menos atrapo mi corazón.
Y bajo la luna juntos los dos
con el alma desnuda
me seduces
enseñándome a amar otra vez.
Como deseo volver
al menos a sentir tu piel tersa bajo la luna
entre mis manos ansiosas
y mi corazón el cual ya te ama con razón.