Walter Trujillo Moreno

ESTOY PERDIENDO LA VOZ

Si una lengua muere
muere la ecología
muere la identidad
muere parte de la humanidad

 

Los hombres verdaderos se estremecen,
ante la armonía de su entorno,
les brotan lágrimas al percibir  la belleza,
el río, las aves, las plantas.

Al final solo quedan las penas,
el agua en los ojos del pasado,
con más agua en los ojos del futuro.
Sin hombres ancestrales y sin palabras cantadas,
las *enredaderas gritan sus heridas,
el instante de sentir el metal de las sierras en sus vientres.

Sola la lengua sagrada puede salvar el infierno terrenal,
revivir el polvo y las voces de nuestros antepasados,
renacer el alma de la naturaleza violada y mancillada.

 

Por Walter Trujillo Moreno, Octubre 2013