Y el sueño de aquel niño murió de tristeza.
Al caer el de la cama, notó que realmente si existía
aquel monstruo que se escondía en el armario.
Quizás si sus pequeños zapatos, ya no fueran tan grandes
que le lastiman los pies, que son mas grandes aun.
Quizás si sus pasos, sean más seguros
que aquellos que dio cuando apenas era un bebe.
Quizás aun es un niño, que solo se cayó de la cama,
y despertó de aquel sueño, que lo predijo todo.
Y todos sus libros ya fueron coloreados,
y ahora descansan en la basura.
Todos esos juguetes murieron de pena,
en el triste abandono de aquel rincón.
Y el niño… también murió de pena
oculto muy profundo, dentro de otro niño,
que ahora finge ser mayor,
y que todavía le teme al coco…
Lemos Maximiliano Daniel.
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