Espere sus besos, como agüita en desierto...
Si de querer se trata.
El no me quiso.
Y espere su amor, como quien pide un deseo a una estrella fugaz.
Si de querer se trata, el no tomo mi mano.
El quiso ser un momento breve y nada más.
Un instante, un tal vez, un quizás.
Si de querer se trata, el no me quería querer.
¿Pero como abría de quererme sin que yo me quisiera primero?
Y así lo entendí, el amor, tenía que empezar por mí.
Si de querer se trata, el no me quiso.
Pero yo, me aprendí a querer.
Si de querer se trata, el amor, comenzó por mi.
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AUTORA: ORIANA RAVELO.