primitivo

los traidores

 

 

 

  Me canse de andar las calles sin pavimento

  me hurtarón la fé que mantenia agonica

  se me acalambraron los ojos de tanto llorar por ti

  olvide como se escribia la palabra alegria

  y en mi pecho abierto se deja ver la tinta

  con que firma su nombre el verdadero traidor.

 

  ¡Me hastie! de sus predicas reciclables,

  de la hipocresia con que mueven sus bocas,

 ¡me aburri! de sus miradas colapsadas en belleza,

 esas miradas que se agachan por el peso de la conciencia,

 he realizado los planos de como me adelanto hasta el fin.

 

  Los traidores tienen aroma a frutilla suave,

 ¡los traidores! tienen cubierta la cabeza con el pañuelo

 que utilizo a cada momento para secar esta humedad 

  ¿a quien culpo? a ti o al imbecil que dijo que si.