Tras la despedida, mi cuerpo aún no lo asume.. Aquí estoy sobre las sabanas que momentos antes compartías conmigo Inundada de tu aroma y con imágenes aún vivas y recientes en mi mente
Sonidos que aún retumba y rebotan entre las paredes: Nuestros cuerpos luchando y danzando al ritmo del mejor tango, El golpeteo de la piel embalsamada de nuestro elixir Las voces jadeantes que exclaman satisfacción
Mi piel pálida aún reviste los rastros de tus caricias, de tus besos, de tus lamidos, entre mis piernas aún escoce y revive el paso de tu virilidad.
Me embarga la pena de tu ausencia, sí.. pero el recuerdo no se lo lleva nadie y me acompaña como el mejor regalo que haz otorgado…